Este pequeño es Rosendo, él junto con sus hermanitos y su mamá Vega, vivían en una minúscula madriguera en un pueblo de Sevilla. Allí vivieron durante un par de meses hasta su rescate, buscándose la vida como podían y refugiándose de los peligros que les rodeaban.
Llegaron a nosotros muy asustados, casi aterrorizados al contacto humano, el cual desconocían por completo debido a su vida en aquella madriguera. Ahora en sus casas de acogidas comienzan a aprender lo que son las caricias, los besos, los abrazos, los juegos, la seguridad  y el calor de un hogar.
Ahora buscan esa familia en la que poder confiar plenamente.