La encontramos con claras señales de haber sido madre hacía poco tiempo. Ella siempre estaba sentada esperando bajo un árbol, siempre el mismo árbol, no sabemos qué o a quién, probablemente a sus dueños si se les puede llamar así... Durante la noche merodeaba por las calles buscando comida donde podía.
Nunca supimos nada de sus cachorros pero creemos que los tuvo allí y se los quitaron.
Desgraciadamente, en nuestra zona se ven casi a diario casos de abandono, maltrato, malnutrición, cría indiscriminada o muertes de muchos perros de su misma raza, esa raza tan castigada, los podencos. MIMOSA sólo es una más de tantos casos...
Tiene una oreja un poco cortada y una cicatriz en la cara que permanecerá ahí por siempre... aunque la verdadera cicatriz que hay que borrar es la de su alma, la de todo el sufrimiento que ha vivido, el abandono,...
Es una perra muy noble y cariñosa a más no poder, merece un hogar donde ser feliz.
TÚ PUEDES SER QUIEN BORRE ESA MIRADA DE TRISTEZA POR NO TENER UN HOGAR NI UNA FAMILIA QUE LA CUIDE Y LA QUIERA COMO SE MERECE!! NO COMPRES, ADOPTA!!!