Ara fue adoptada con apenas dos meses, recogida con el rabo amputado e infectado, parecía que había encontrado un hogar para siempre. A pesar de todos los filtros que llevamos a acabo en nuestra adopciones y confiamos en las familias, nuestra sorpresa fue descubrir que Ara al cabo de los meses en su hogar, se convirtió en un estorbo y deja en la azotea de casa…tan pronto como fuimos conocedores de su situación la sacamos de ese infierno, ahora se encuentra de nuevo con nosotros y esta vez esperamos no equivocarnos con la familia que ella merece.
Ara es una maravilla de perra, fabulosa, buena, juguetona, fiel, cariñosa y activa. Se merece olvidar sus noches de oscuridad, el frío invierno y el calor abrasador que ha pasado. Ahora ella espera su verdadera oportunidad.
*Para su adopción es necesario poseer o tramitar la licencia de PPP (mix Stanford-bóxer)