Castle nació aproximadamente en 2013. Fue rescatado de la calle donde malvivía expuesto a todos los peligros que eso conlleva. Se acercaba a todas las personas pidiendo comida, mimos o un poco de atención.
Castle es positivo a FCV-VS o calcivirus, un virus felino que produce una enfermedad de tipo respiratorio de mayor o menos gravedad, pero que controlandola a tiempo no es mortal ni se transmite a humanos o a perros.

Nuestro campeón ha vivido bastante tiempo con la enfermedad controlada y sin síntomas, pero lo cierto es que desde hace varios meses su salud se ha visto mermada, siendo visible los síntomas; como por ejemplo, pequeñas calvitas y saliveo en momentos puntuales de crisis.

Para Castle la vida no está siendo fácil, y cuando creíamos que podíamos mantener en equilibrio su salud, en el mes de enero de 2019 los análisis preventivos muestran que padece el Virus de la Leucemia Felina (FeLV), enfermedad infecciosa y que ataca a su sistema inmunitario. Pero hay una parte positiva: se trata de un virus con escasa dificultad de supervivencia en el medio ambiente y sensible a los desinfectantes, que unido al control de vacunas, convierten a la enfermedad en fácilmente controlable.

Por lo que sería necesario para él una acogida u adopción o bien siendo el rey de la casa sin más compañía felina, o bien con otro gato que padezca la misma enfermedad.

También es perfectamente compatible con perros y a Castle no le importará compartir su vida con otro peludito canino.

Y ahora os tenemos que contar que Castle es un auténtico amor de gato. Es un gato tan sociable y cariñoso que pensamos, que en algún momento de su vida fue un gato doméstico casero, acostumbrado al trato con personas.
Castle es una pantera negra de tamaño grande, precioso y majestuoso, muy mimoso, ronroneador y parlanchín con todos los humanos.

Se relaciona y juega con el resto de compañeros gatunos sin ningún problema. También es tranquilo y sumiso en compañía de perros.

Necesitamos una buen hogar para Castle, donde no le falten las caricias, los largos cepillados y la siestas placenteras en el sofá.